Diciembre es un mes muy especial. No pasa nunca desapercibido. Algunas personas lo esperan para hacer un balance y analizar qué hicieron o qué pasó durante todo el año, mientras que otras lo miran de reojo porque es una época de muchos acontecimientos (y exigencias). En esta ocasión te proponemos encontrarle la vuelta a las fiestas de fin de año para que prevalezca el disfrute y lo económico no sea el centro de atención.
Hablemos de reuniones familiares, regalos, juntadas de fin de año, y estrategias para volver a lo auténtico. Ponenos una ficha por favor, preparamos una nota que invita a reflexionar y concentrarse en lo importante, sin comprometer el bolsillo.
5 claves para disfrutar de las fiestas de fin de año
Si sos de celebrar la navidad y el año nuevo, tal vez coincidamos en que diciembre es un mes de alegría, ilusión, agradecimiento, y unidad. Pero no vamos a negar que también puede ser estresante. ¿Por qué? Básicamente por las responsabilidades y expectativas que se generan a raíz de las reuniones y la costumbre de intercambiar regalos.
Si bien lo espiritual y lo religioso solían ser protagonistas en esta época, es cierto que en líneas generales el consumismo desvirtuó un poco el sentido de las celebraciones.
Así que te proponemos tomar medidas para mantener el equilibrio y evitar preocupaciones innecesarias, para que tanto navidad como año nuevo sean gratificantes y placenteras.
🟠 Planificación anticipada. Ya podés ir armando una lista de tareas y compromisos. Tranqui, despacito a medida que van surgiendo ideas e invitaciones. La tenés en el celu o en la puerta de la heladera, y cuando se te ocurre algo, lo agregás.
No tiene mucha ciencia, y te permitirá organizar tus actividades y eventos. Si sos de esas personas con varias despedidas de año, actos del cole, y misiones de búsquedas de regalos, armarse un calendario resulta espectacular para que no se te superponga nada, y para asumir tareas en días que te resulten convenientes. Acordate que estamos acá para disfrutar y trascender, no para abrumarse.
🟠 Divino presupuesto. Nos parece tan tan tan tan determinante este ítem, que podríamos escribir “La oda al presupuesto” ahora mismo. ¡No exageramos! Si querés evitar el estrés financiero, tomate un ratito para armarlo y establecer cuánto podés gastar en regalos, decoraciones y eventos especiales. ¡Te marca la cancha sí o sí!
🟠 Practicar la autocompasión. Si miraste para todos lados buscando una explicación a este punto, te entendemos. Pero vale la pena hacer foco en la importancia de cuidarte y priorizarse durante estos días tan atareados. Permitite momentos de descanso y relajación para recargar energías. Practicar la meditación sigue siendo gratis, al igual que hacer una caminata regularmente, o andar sin calzado por el pasto. El equilibrio emocional y físico te alejan de los desbordes o discusiones por cosas zonzas. Y si hay algo que queremos y debemos esquivar son esos encontronazos sin sentido. 🎵Noche de paaaaaz, noche de amor… 🎵, ¿te suena?
🟠 Simplificar las celebraciones. Liberate de las presiones de cumplir con todas las expectativas tradicionales de estas festividades. Considerá la posibilidad de simplificar las decoraciones, las comidas, y las reuniones, centrándote en la calidad del tiempo que pasás con tus seres queridos, en lugar de la cantidad de eventos. Es válida la cena a la canasta, aunque se reúnan en tu casa. Es más liviano si cada uno hace su aporte.
🟠 Aprender a decir “no”. ¡Ouch, qué difícil! Solemos huirle a este punto porque tenemos miedo de generar enojos o parecer egoístas. Sin embargo, aprender a establecer límites y decir “no” de manera respetuosa puede ayudarte a evitar el exceso de obligaciones. Priorizá tus necesidades y compromisos previamente asumidos para evitar la acumulación de tareas. Escuchá más a tus ganas y deseos, que a los mandatos.
Hablemos de plata y de regalos
Te proponemos que estas celebraciones sean más emocionantes que desafiantes. Vamos a encontrarle la vuelta para que lo que gastemos en diciembre no tenga consecuencias negativas en enero, o en el resto del próximo año que ya está a la vuelta de la esquina.
En lugar de caer en el frenesí de compras de último minuto el 24 de diciembre -donde agarrás lo que venga y al precio que sea- planificar con anticipación y buscar regalos significativos puede hacer que la experiencia sea más gratificante. ¿Creés que estamos fantaseando o viviendo un exceso de optimismo? Confiá, que se puede.
🟠 Proponé jugar al amigo invisible. ¿Nunca lo implementaste? Es ideal para que todas las personas en la reunión reciban un regalo, y para que no tengas que comprar demasiados presentes. ¡Una estrategia imbatible!
El amigo invisible es un juego o actividad popular en el que un grupo de personas intercambian regalos de forma anónima. Cada participante saca al azar el nombre de otro participante, y debe comprar un regalo para esa persona sin revelar su identidad, y respetando un presupuesto máximo que hayan acordado previamente. Al final, durante la reunión, se intercambian los regalos, y cada persona descubre quién le ha regalado.
🟠 Armá una lista personalizada. Antes de sumergirte en la búsqueda de regalos, tomate un momento para hacer una lista de las personas a las que querés sorprender. Pensá en sus intereses, pasatiempos y necesidades. Hacé memoria sobre las últimas charlas que tuvieron, y rescatá esos datos que surgen espontáneamente sobre algo que les gustaría tener. Esto te ayudará a tener una idea clara de lo que estás buscando y a evitar compras impulsivas.
🟠 Regalos hechos a mano. Si tenés alguna habilidad, ¡aprovechala! Una bandeja de cerámica hecha con tus manos será sencillamente irrepetible. Sacá a relucir tu talento para crear algo personalizado, que al mismo tiempo muestra el tiempo y el esfuerzo dedicados al regalo, lo que lo hace más especial y significativo.
Si no lográs hacerlo vos, podés apoyar a artistas o emprendedores que ofrecen productos únicos y artesanales.
🟠 Experiencias significativas. ¿Qué tal regalar un voucher para salir a merendar? Cualquier excusa para compartir tiempo de calidad, es válida. Acordate que acá lo importante no es el precio en sí, sino la oportunidad de ofrecer algo que a la otra persona le guste.
Si notás que alguien está visiblemente cansado y necesita un momento de relajación, regalar unos masajes o alguna clase de yoga, podría ser maravilloso. ¿Qué tal hacer un voucher casero válido por una tarde de cuidado de tus sobris? Los papis podrían valorar muchísimo ese tiempo de relax.
🟠 Regalos sostenibles. Ofrecer productos ecológicos y sostenibles le quita protagonismo al factor económico. Regalar algo con un precio módico, pero que no tenga químicos o se haya fabricado a partir de materiales reciclables… ¡tiene un plus! Acá entra en juego la creatividad.
🟠 Convertí a las promos en tus aliadas. Prestá atención a los días de descuento con los medios de pago que solés usar. Si armaste el calendario del que hablamos en la planificación, incluí ahí qué días tenés beneficios con la tarjeta. ¡Las cuotas sin interés son muy bienvenidas!
🟠 Compará precios. Y sí, en este contexto lo más prudente es hacer una pequeña investigación antes de realizar compras. Podés usar aplicaciones móviles o navegar tiendas online para tener una noción de los valores de referencia.
🟠 Evitá las compras impulsivas. Porfa, no salgas a tarjetear un día de euforia o cuando andás medio bajón. Gastar plata no debería ser una táctica válida para premiarte o reconfortarte. Cuando baje la espuma y veas el resumen de cuenta podrías arrepentirte.
Bueno, bueno, bueno. ¡Cuánta info! No podremos evitar que compitas con tu familia política para ver a quién le sale más rico el vitel toné, pero intentaremos ayudarte a que tomes buenas decisiones emocionales y financieras.
Cambiemos el chip para rescatar el sentido de estas celebraciones. No sirve de nada endeudarse para comprar regalos, si eso luego te va a causar angustia y comprometerá tu situación económica a futuro. Creemos que caretearla ya pasó de moda.
Sentite libre de mostrar tu autenticidad, no hay ninguna apariencia que guardar. ¿Qué decís, le encontramos la vuelta a este diciembre para disfrutar más sin tantas exigencias?
